el ataque de los clones

¡Maldita sea mi estampa! Sí, eso es, maldita sea , porque es mi estampa la que veo en todos lados.Y no, no me he vuelto loca, es que ha empezado la invasión de las ropas baratas.
Os preguntareis a que viene este ataquillo, y con razón.La cuestión es que el miércoles pasado me fui con mi amiga Nagore de compritas a Pamplona, con la excusa de buscar un sujetador que en Irún está agotado.Total, que en vez de comprar el dichoso sujetador, me fui del centro comercial de Itaroa con las manos repletas de bolsas; las cuales, en su mayoría estaban destinadas a la gazpacha de mi hija (no sé que vicio es peor, el que tengo por la ropa para mí, o el que tengo por vestir a la nena).
Cogí un chaleco el color marrón claro de Stradivarius, una tank top oversized en color topo de Bershka (sí, me gusta el marrón, lo admito) y una falda ajustada a rayas horizontales blanca y negra de H&M.
Y no habría nada de malo en ello si no fuera porque soy tan poco original que llevo tres días que parezco el clon de alguna amiga sin pretenderlo.
El viernes, me planto el chalequito tan mona yo y me voy al bar de siempre a tomar un cafecito.Pues vino una amiga con el mismo chaleco.Así que parecíamos una pareja de currelas promocionando una marca de chorizo o algo así.
El sábado me iba a poner la camiseta para ir a la piscina con mi maridín y mi niña y una pareja de amigos, pero cambié a ultima hora de idea y me puse otra.Menos mal, porque si no, hubiera coincidido con la misma amiga del día anterior.
Pero ahí no acaba el tema, no.Resulta que a la tarde-noche habíamos quedado con la cuadrilla para hacer una medio barbacoa en una caseta de un colega, así que me cambié la ropa de la piscina y me puse mi pantalón baggy blanco y negro, con una camiseta negra de tiras, unas alpargatas negras y un fular "ad oc". Pues para más recochineo coincidí al 100% con una amiga; camiseta, pantalón y zapatos.Menos mal que estabamos en familia, porque pareciamos las gemelas del resplandor las dos deambulando con exactamente la misma ropa en la oscuridad del campo.
Así que hoy, me he plantado frente al espejo y me he dicho:
-me da igual dar el cante, hoy no voy a coincidir con nadie.
Y no he coincidido,menos mal, con ninguna colega, porque si llego a encontrarme con alguien con la misma falda me un pampurrio ipso facto.Bueno, he de decir que no he coincidido con nadie porque le hemos dejado la niña a los abuelos y nos hemos ido mi costillo y yo en plan solteros a tomar algo, pero bueno,la intención es lo que cuenta, ¿no?