Ahhhhh, que precioso es París.Creo que no vengo tan contenta de un viaje desde.... ¿nunca? Es un lugar digno de ver, y visitar, y visitar, y visitar.Porque , volveré, y no se si decirlo como una promesa o como una amenaza.
El sitio es...indefinible.Limpio y sucio, bonito y feo, nuevo y antiguo, pero sobre todo se respira una elegancia innata que no he visto en otro lado.Cada mujer y cada hombre se desplaza como por encima de la ciudad, casi sin respirar pero dejando una estela de estilo (ya sea bueno o malo).Nada me ha dejado indiferente, a pesar de que como en cualquier gran ciudad, nada ni nadie llama la atención.
Siento no colgar más fotos de diferentes outfit, pero se me ha hecho más dificil de lo que me imaginaba.Tenía que debatirme entre sacar los mil y un estilo de la gente o la Ciudad.
Me ha impactado, por encima de las rarezas de todo friki, el estilazo que se gastan los hombres en París.Combinan abrigos de paño y sobreros con una facilidad pasmosa.Abrigos, bufandas y todo complemento en España reservado a las mujeres, es en la ciudad de la luz Box Populi para los hombres.
Había escoceses a tutiplen, y es que ese día jugaban la selección francesa de rugby contra la escocesa en París, y claro... había highlanders hasta en la sopa.
Por todos lados aparecían terrazas en la que ver y dejarse ver, con sus estufitas para no pasar frío y sus camareros siempre atentos para conseguir una sonrisa.
No había niños en París, pero floristerías...
En esta zona, donde esa el Museo de Arte moderno Pompidou, como imaginais, había mayor diversidad que en otros sitios.Allí todo el mundo era cool.
Aquí estoy yo, jejeje, con un color pálido que asustaría hasta a una geisha, pero qué le vamos a hacer, es por el "soleado" tiempo del Norte.Como veis, tengo detrás cuatro pares de zapatos de Alexander McQueen y dos clutch diviiiiiiiiiinos.
La tienda de Gucci al fondo en los campos eliseos.
Espero que este pequeño tentempié os anime a ir a París, porque realmente merece la pena.Y lo dice una que vive en la frontera junto a cientos de franceses que pasan a comprar alcohol barato y a emborracharse y a los cuales no les tengo demasiado aprecio.Pero no comparemos, París, es ... París.
